LA FOBIA: ¿QUÉ LA PROVOCA Y CÓMO ENFRENTARLA?

Revive aquí el programa «Cayetanamente».

La fobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso y persistente hacia un objeto, situación o actividad específica. Puede generar una respuesta de ansiedad extrema que puede interferir significativamente en la vida diaria de la persona que la padece, pero ¿cómo se genera ese proceso? Para abordar este tema, el programa “Cayetanamente”, conducido por la Dra. Dany Araujo, conversó con el Dr. Carlos López, vicedecano de nuestra Facultad de Psicología.

La fobia se desarrolla cuando una persona ha tenido experiencias traumáticas o negativas relacionadas con un objeto, situación o actividad específica. Estas experiencias pueden haber sido directas o indirectas, por ejemplo, haber presenciado a alguien más experimentar un evento aterrador.

Carlos López, doctor en psicología, explicó que “la fobia como tal se remonta más a una angustia. ¿Qué sucede? Pues esta es más una reacción fisiológica del organismo, que tiene como objetivo claro la prevención ante el peligro. Esto muchas veces, también, tiene un proceso de evolución que se convierte en ansiedad. Todos tenemos ansiedad en algunos momentos de nuestras vidas como una forma de reacción ante el organismo”.

Pero ¿qué ocurre cuando esta ansiedad se dirige específicamente a un estímulo determinado? López refiere que “ya comienzan a haber una serie de respuestas, como por ejemplo, no quiero acercarme, evito esto, me alejo y, sobre todo en muchas ocasiones, se suele escapar de ese evento que podría ser traumático por una experiencia”.

El experimentado psicólogo señala que después de la exposición traumática, la persona entra en ansiedad ante el estímulo desencadenante. Esto significa que cada vez que se enfrenta al objeto o situación temida, experimenta una intensa sensación de miedo y ansiedad.

Asimismo, menciona que para evadir la ansiedad y el miedo, la persona comienza a evitar el objeto o la situación fóbica. También puede recurrir a diferentes estrategias de afrontamiento, como la negación, la evasión o la dependencia de otras personas para enfrentar la situación temida.

Tratamiento

El tratamiento más eficaz para las fobias es la terapia cognitivo-conductual (TCC), un enfoque terapéutico basado en la idea de que nuestras creencias, pensamientos y comportamientos influyen en nuestras emociones.

“Es empezar a hacer un análisis conjuntamente con la persona para que pueda comenzar a canalizar primero, a ver posibles alternativas de solución, y luego la forma de cómo enfrentar todo esto”, sugiere el Dr. Carlos López

El terapeuta evaluará la fobia, su historia y cómo está afectando la vida del individuo. Se identificará el objeto o situación fóbica, así como las creencias y pensamientos asociados con ella.

El tratamiento también consiste en una exposición gradual, donde la persona se enfrentará gradualmente al objeto o situación temida en un ambiente seguro y controlado. Esto ayuda a desensibilizar la ansiedad condicionada y a aprender que el estímulo fóbico no es realmente tan amenazante como se percibía inicialmente.

Además, se pueden utilizar técnicas de relajación como la respiración profunda y la relajación muscular progresiva para ayudar a reducir la ansiedad durante la exposición. También se enseña al paciente a identificar y cambiar los pensamientos negativos y distorsionados relacionados con la fobia.

El Dr. López hizo hincapié en que las personas buscan justificar permanentemente su respuesta de no reconocer lo que padecen, a pesar de ser conscientes de lo que les sucede, y dicen: “Yo lo puedo solucionar, no es un problema para mí”.

Es importante tener en cuenta que cada persona es única, por lo que el tratamiento puede variar según las necesidades y la gravedad de la fobia. Es fundamental buscar la ayuda de un profesional de la salud mental capacitado y especializado en el tratamiento de trastornos de ansiedad para obtener una evaluación adecuada y un plan de tratamiento individualizado.