ADOLESCENTES SICARIOS: DR. HORACIO VARGAS MURGA ANALIZA AL NUEVO ROSTRO DEL CRIMEN ORGANIZADO

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La influencia del medio social, familiar y amical puede tener mayor peso en la conducta del niño para que incursione en situaciones violentas y hasta caer en la delincuencia, sostiene el médico Horacio Vargas Murga, especialista en psiquiatría de niños y adolescentes por la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

El doctor Vargas opinó en el contexto reciente de un crimen donde un menor de edad cometió un acto de sicariato contra una persona, probablemente enviado por una banda de extorsionadores.

“Sabemos que dentro de la violencia hay tantos factores, pueden ser biológicos, psicológicos y sociales. Algunos niños pueden nacer con alguna predisposición, pero finalmente el medio donde vive, los aprendizajes positivos o negativos que tenga a lo largo de su vida, es lo que va a moldear su conducta”, explicó el doctor.

Asimismo, opinó que los tratamientos o intervenciones en la salud mental son complicados en esos casos y que “una buena parte de estas personas tienen mal pronóstico, pero hay posibilidades de que esto pueda mejorar o revertirse”.

“Para trabajar esos casos hay que intervenir en diferentes niveles. Por un lado, el niño tiene que salir de ese medio, no tener contacto con esas personas con quienes ha estado participando en conductas violentas. Y tiene que realizar todo un proceso de rehabilitación donde pueda cambiar su perspectiva de vida, su modo de ver las cosas y empezar a interiorizar normas y valores”.

En cuanto a si el sistema de salud está preparado para rehabilitar a esos niños y adolescentes, el doctor Vargas comentó que lamentablemente no se cuenta con todos los dispositivos que se requerirían, pero que de todas maneras se tiene que trabajar con lo que hay, porque peor sería “no hacer ningún tipo de intervención. Esto generaría que el problema se acentúe, se complique más”.

Sobre la importancia de la presencia de los padres y de ser los modelos positivos para los hijos, opinó que los niños necesitan supervisión, asesoría y cuando los adultos responsables no están presentes en las vidas de los menores y existe situación de abandono, entonces es más proclive entrar en ese tipo de conductas.

También opinó sobre los castigos físicos o verbales, considerándolos no recomendables, porque pueden inducir o fomentar la violencia y a la larga empeoran el cuadro. Agregó que “hay que corregir adecuadamente, estableciendo normas, restricciones, señalamientos adecuados o suprimiendo cosas que al niño le gusta hacer, si es que no tienen buena conducta”.

Finalmente, indicó que es muy importante la comunicación de padres e hijos porque ayuda bastante en la relación familiar. Así como también fomentar los valores éticos, la tolerancia, el respeto, la solidaridad y el expresarse mutuamente los afectos.